lunes, 10 de agosto de 2009















¡ZAMBA QUE LE DA!


Gaceta Cultural Limeña Año1, N°3, Mes Julio 2009

Director: Alejandro Bisetti Pinedo








10/08/2009 11:13:12 a.m.


¡Felices Fiestas Patrias!, tengamos todos en unión con nuestras familias y desde esta humilde tribuna les digo: "Voy a brindar por mi tierra Norte, sur, centro y oriente / Brindando con lo mejor / Chicha, pisco y aguardiente"



Ventana a la tradición


Negros, mulatos y zambos -2- / en las acuarelas de Francisco Pancho Fierro. Por Mónica Solórzano Gonzáles con Maestría en Historia, PUCP.


-Tratado Etno historiográfico resumido-


A mediados del siglo XVIII la Plaza Mayor se había convertido en un desordenado tumulto de vendedores. Esta impresión queda registrada en los escritos de los visitantes extranjeros de aquella época. Pancho Fierro nos muestra varias acuarelas que ilustran a los descendientes de africanos ofreciendo diversas viandas como: El anticuchero 1850 donde observamos que cuece brochetas de carne sobre una parrilla hecha de ladrillos, intercambia su producto con una mujer de manto blanco, envueltos en la humareda de la frágil cocina. Otra es La champucería, establecimiento de venta de champús, se observa el trío formado por una pareja frente a un puchero sobre ardiente fuego. Él es representado en elegante ademán de presentar el producto, aquí la estructura compositiva es más compleja, incluye la puerta por la que se advierte algo del fondo de la rústica vivienda, donde se observa una mesa con porciones servidas de la dulce bebida.


Luego está Amancaes,1830 allá en el Rímac, Pancho Fierro capta escenas de los puestos de venta atendidos por negros, En otro Amancaes se observa un puesto atendido por una morena distraída, accionando el mecanismo de succión del líquido contenido en un recipiente de cerámica mientras conversa con un negro de atuendo militar. Su entretenida charla le hace olvidar a una señora a caballo, quien lleva un sombrero adornado con flores de Amancaes y está esperando con el brazo estirado a que le reciban el envase. Fierro en otras acuarelas destaca a los músicos y bailarines de fandango, sambas y zamacuecas. También hay pinturas de servicios públicos atendidos por gente morena como El aguador 1850 donde se representa al personaje con todos sus implementos: recipientes de madera, mandil y bolsa de cuero, campanilla para anunciar su paso y su mula, en otra Aguador regando la Plaza de Armas, esto junto con la eliminación de los perros vagabundos, eran actividades reservadas también a los aguadores, quienes se constituyeron en cofradías y la mayoría eran esclavos jornaleros. También destacan las acuarelas donde se representa la servidumbre doméstica, la cual era desempeñada casi exclusivamente por los negros. En Continuación del paseo de alcaldes, es un fragmento de una composición mayor y más compleja que ilustra la actividad desarrollada de 1805 a 1820 resaltando un personaje con casaca y bicornio militares, quien es escoltado por sirvientes de librea, uno de los cuales es negro y porta un abanico multicolor. En Para hacer el bien por el alma que van a ajusticiar, registra un personaje con alcancía en mano, precedido por un sirviente negro, quien anuncia con una campanilla el paso del caballero que recoge la limosna para alguien sentenciado. Existen dos acuarelas: Para el Santo Monumento, donde el tema y la composición se repiten, se trata de un religioso mercedario acompañado de dos sirvientes negros ataviados al estilo republicano. Uno sostiene el enorme parasol y el otro porta un azafate en el que depositan los fieles su limosna. Luego presenta acuarelas con reuniones sociales y eventos caseros, aquí la presencia de esclavos no es extraña, pues buena parte de ellos servían como domésticos en las casas. Familias acomodadas, religiosos y militares tenían esclavos destinados a tareas del hogar. Los propietarios de menores recursos los tenían en calidad de jornaleros. En las acuarelas se observan los salones lujosos en los que los sirvientes negros y mulatos elegantemente ataviados atienden a los invitados, se resalta el colorido del atuendo de los sirvientes, así como detalles de los pendientes, peinado de trenzas y flores que lucen las mulatas. la atención que presta a los amos e invitados es menor, hay acuarelas con actividades religiosas como el Penitente del Santísimo Sacramento, otra Penitente Nazareno en la Procesión del Señor de los Milagros, ataviados con hábito azulino y morado respectivamente, capucha, portan retablos y estampas. no faltan las mistureras y zahumadoras 1859, El Acompañante del Santísimo Sacramento, con esclavina roja y distintivo de su hermandad, porta farol primorosamente decorado, los negros reunidos en hermandades de diferentes parroquias eran los encargados de portar los faroles y cruces, cuidaban de las andas, de las imágenes y recogían las limosnas. Finalmente Pancho Fierro retrata las festividades, danzas, comparsas y bailes de los negros y de la sociedad criolla, escenas del Son de los Diablos, anuncio de peleas de gallos, baile efectuados al pie de un altar, una de una pareja de blancos y la otra pintura de negros bailando y de fondo una virgen, músicos tocando instrumentos variados, zamacuecas entre criollos y negros, militares y negras, soldados y mulatas se repiten en distintos ademanes (3), también retrata la suerte nacional a caballo, Pancho Fierro retrató a los capeadores Esteban Arredondo y Manuel Monteblanco, el primero destacó entre los años 1826 a 1860 mientras que el segundo lo hizo entre 1837 a 1852, también cabe mencionar a la rejoneadora nacional Juanita Breña, mulata criolla que fue retratada en distintas facetas a caballo enfrentándose al toro. En Convite al coliseo de gallos 1830, ilustra la comitiva de negros que anunciaba las peleas de gallos. Formada por don Alejo, célebre chirimiísta, tamborilero y portador de jaula con el ejemplar quienes paseaban anunciando las peleas por la ciudad de Lima. Fierro también retrató a montoneros y militares de la época, en diversos motivos como Procesión cívica de los negros 1821, donde destaca a un negro portando la bandera de San Martín, además se aprecia a una mujer andina agitando una matraca, a un negro tocando una cajita y a otro mulato tocando una quijada de burro. Pintó a personajes públicos o conocidos como el Maestro de escuela, al Doctor Santitos y al Doctor Valdés o al Pichón de gallinazo quien luce levita, sombrero de copa, bastón, la cual muestra un avanzado periodo republicano, se dice que este señor perteneció a una familia aristocrática y que entró en bancarrota. (Continuara)


EL RINCÓN DE LA LECTURA

Libros y publicaciones sobre tradición y cultura peruana:


Charlas sobre Marinera:

Día 15 de agosto a las 10am VI Conversatorio de Marinera "Baile nacional del Perú", Local de la Hermandad de San Martín de Porras, Jr. Callao 379 Cdra. 2 Av. Tacna, Organiza Martín Arévalo.

Visitar los siguientes Blogs:


pacomarinera.blogspot.com (temas sobre la marinera) tondero.blogspot.com (temas sobre el tondero) paconcursos.blogspot.com (relación de concursos)


Taller Cultural Jarana Peruana

Invita al público en general a participar de su proyecto cultural PERÚ Y PUNTO inscribiéndose en el ciclo de: Marinera Limeña, Resbalosa y Canto de Jarana a dictarse los días martes a las 7.30pm en: Paseo Parodi 486, San Isidro, Lima, Perú. Informes al 01-989480526.

BALCÓN DE LA FAMA

Primer Baldaquín









Hoy le rendimos un sincero y emotivo homenaje a quien en vida fue un gran maestro de nuestro folclor costeño, señor y mejor amigo, zapateador, cantor de jarana, percusionista, cantante, artesano carpintero, bailarín, actor, con una segunda voz incomparable, sobretodo gran exponente de la jarana limeña, me refiero al negro más fino de Lima, nuestro Maestro don...


ABELARDO VÁSQUEZ DÍAZ



Para Ud. Maestro con mucho afecto estos ovillejos sobre la jarana y sus cultores.



En recuerdo a las jaranas semanales (jueves, viernes, sábado) del curso de Canto de Jarana con la que sería la Peña de la Marinera con Daniel Campos +, Alfredo Calderón, Manguey Vásquez, Roxana Suárez, Rosana Agreda, Flavia Eguía, Diana Oyanguren, Fernando Valderrama y Hna. Carlos Ayala, Eusebio "pititi", Juan Carlos Paredes, José Luis Mouri "Vico", Luis Ríos, los Hnos. Pérez Candela, Roberto Samamé, Raúl Cisneros, la inolvidable "gata" Graciela Inurritegui Pareodi +, Carlos Velaochaga, José Alayza, Margarita Pembertón, Claudia, Straviridis, etc. y yo; quienes bajo su criollo apadrinamiento siguiendo su profesión de fe y culto a la jarana limeña fundamos la Peña de la Marinera, grupo que desde 1984 se reunía una vez por semana, para cultivar jaranas limeñas de contrapunto, amor fino, pregones, habaneras, panalivios, valses, polcas, festejos y décimas.


Abelardo Vásquez Díaz fue el último cantor de la jarana limeña, dedicó su vida al arte y folclor negro, durante varias décadas fue profesor de la Escuela Nacional de Folclor José María Argüedas, siguiendo la tradición dejada por su padre don Porfirio Vásquez Aparicio quien también enseñó marinera limeña en la escuela de Rosa Elvira Figueroa, nosotros los alumnos de "Abe" todavía recordamos el ciclo de jarana que dictaba, donde cada curso duraba dos meses, empezaban unos 40 a 60 alumnos por ciclo y terminábamos unas 4 a 6 personas, lo más anecdótico eran sus indicaciones en plena clase, siempre tan explícito y directo:


¡No, así no!, ¡Qué hace! ¡Pero qué hace! ¡Qué estaré pagando Dios mío!, ¡Para que quieres que baile ¿Me quieres copiar?! ¡El baile es personal!, ¡No ha traído su foto!


Su curso de Marinera limeña era esperado a inicios de Febrero, para lo cual tomaba un examen de admisión que consistía en ritmo y compás, si aprobaba uno, nos firmaba un papel y nos podíamos matricular, algo muy particular era que no aceptaba gente que ya sabía bailar, me confío alguna vez, que prefería gente nueva para que la marinera limeña no muera, era su vocación de maestro y su amor por nuestro acervo cultural limeño: el canto de jarana lo enseñaba en toda su dimensión para lo cual uno seguía todo un ciclo de cursos que consistían en Marinera limeña I (básico), marinera limeña II (intermedio), marinera limeña III (avanzados),cajón, zapateo, festejo y Canto de jarana. Al final del año presentaba en la clausura a todo el grupo cantando, tocando y bailando nuestra música criolla: valses, pregones, polcas, marineras, festejos, amor fino, habaneras, décimas y sobretodo el contrapunto de jarana.



Abelardo partió a jaranear con Dios el 4 de abril del 2001, se le enterró en olor de jarana, tuve el honor de despedirlo en su tumba con décimas acompañadas con ritmo de socabón, la cual transcribo lineas abajo, la primera la hice el año 1984 después de celebrar en "Don Porfirio" y la segunda el día de su muerte. "don ojo" tus alumnos, amigos y familiares nunca te olvidaremos. Gracias por tu amistad.


Jarana limeña de 5, 3 para Abelardo



Y como dijo doña Rosa ¡La resbalosa!



Revisando la ALFORJA

Gracias por escribirnos:

"El chalán" Gracias por tus comentarios, es cierto lo que dices, todos hemos pasado por lo mismo, los profesores si tienen preferidos, sus alumnos de campeonato o referentes y cuando uno ingresa recién a un taller todos quieren saber si eres campeón, no si es que bailas, sino si eres campeón. Y puedes ver la decepción o la desazón cuando se enteran que recién vas a aprender, hay dificultades para conseguir una pareja para un concurso al principio, para eso hay que ser bueno o ganársela en la cancha. ¡Qué las campeonas son orgullosas y que bailan sólo con campeones! no es novedad, acuérdate la vaca no se acuerda cuando fue ternera. Paciencia y buen humor, sigue ensayando pero ponte metas, no caigas en el error de tener varios profesores, deja que te guíe o asesore uno por un tiempo y analiza los resultados, pero busca uno que te forme después analiza los resultados.

"Padre de familia" El tema de los costos en el aprendizaje de la marinera es cuestión de oferta y demanda, aquí debe primar la calidad sobre la cantidad y el sentido de equidad, hay profesores que enseñan desde tres soles la hora en determinados municipios (hay de 3, 5, 7 nuevos soles la hora), luego hay talleres que cobran (5, 7, 10, 20, 25 nuevos soles la hora), o cobran por dos veces a la semana mensualidades de (40, 50, 60, 80, 100 nuevos soles), también hay profesores que cobran (10, 15, 20, 25, 30, 35 nuevos soles la hora), como hay otros que cobran en dólares (10, 15 y 20 dólares la hora o sesión), otros cobran (100 y 120 dólares por 10 horas de clase) Como ves hay de todo como en botica, sólo que a veces en un remedio pagas la marca, pero, el mismo medicamento lo encuentras en los genéricos y pagas menos, todo depende de la zona, la fama y los títulos alcanzados por el taller o la persona; en fin, no es que si pago más me enseñan mejor, uno debe ver si la forma de enseñanza es buena y acorde con uno, el trabajo pedagógico que realiza el profesor es muy importante, hay que separarse de aquella gente y talleres que buscan la gloria en este "negocio" para hacer reinas, vender campeonatos y no buscan formar personas a través de la danza. Ten presente que hay de todo en la villa del Señor.

Bueno hasta la próxima publicación que terminaremos con el artículo sobre Pancho Fierro y sus acuarelas costumbristas.

Lic. Alejandro Bisetti Pinedo.

Opiniones, consultas o notas escribir a la alforja virtual: mailto:alejandrobisetti@gmail.com al usuario se le recuerda que deberá remitir sus comentarios con nombre y documento de identidad, la comisión editorial de Zamba que le da, se reserva el derecho de publicar y de sintetizar los correos. La Dirección




No hay comentarios:

Publicar un comentario